top of page
  • Foto del escritorMariano Consalvo

Padres: líderes como constructores de puentes

Como padres y educadores, les ofrecemos un decálogo de lo que consideramos son las funciones que cobran más relevancia en el siglo XXI para liderar a nuestros hijos.

Educación padres e hijos
Padres, líderes como constructores de puentes [Imagen Olichel Adamovich Pixabay]

Está científicamente comprobado que los padres somos el molde que permite un sano crecimiento de nuestros hijos. Preparamos y les mostramos el camino, con sus ventajas y desventajas. Somos constructores de la autoestima, confianza y seguridad que les permite salir al mundo. Debemos asumir con responsabilidad y consciencia esta función, la que permite que el vínculo biológico (padre-hijo) se transformen en una relación de amor.

Este sentimiento no se decreta, no es fruto de un orden natural, no se compra. Es una construcción como producto de la interacción, que debe ser cuidada, nutrida, para que siga dando sentido a la vida. La construcción del amor se puede comparar con la construcción de un puente para unir lo que está separado. No debemos construir muros que limitan, separan y dividen. Hay que reconocer que cada hijo es único, y que debemos construir un puente con cada uno de ellos.


Construir puentes

Hay que reconocer que cada hijo es único, debemos construir un puente con cada uno de ellos.

No nos amarán solo por precepto o por mandamiento, buscarán amarnos por acompañarlos activamente en el tránsito entre la infancia y la adultez. Debemos brindar los medios para que sean protagonistas de sus propias vidas y que no vivan la obra escrita por nosotros.


En esta función paterna y materna no hay recetas de talla única porque todos somos diferentes, existe la experiencia, que le da sentido al aprendizaje. No venimos al mundo con un manual de instrucciones de cómo ejercer la paternidad o la maternidad.


Hay dos interrogantes que nos ayudan a reflexionar sobre el rol que debemos ocupar. Los invitamos a que se tomen el tiempo suficiente para responder: ¿Qué clase de ser humano quiero que sea mi hijo? y ¿Cómo lo puedo liderar en ese sentido?


Ser padres y madres

No hay recetas de talla única. No venimos al mundo con un manual de instrucciones de cómo ejercer la paternidad o la maternidad.

Lograremos nuestra misión cuando nuestros hijos crezcan y, en un mundo adulto, alcancen la independencia. Dejarán de necesitarnos alcanzando el desarrollo de sus propias condiciones. Sabemos que si cumplimos con la tarea, volverán a nosotros por amor, para compartir la vida y celebrar el encuentro. Los invitamos a ser padres, líderes como constructores de puentes, y no solo gestores cómplices de un modelo social.


Para alcanzar este logro, les ofrecemos un decálogo que sintetiza algunas de las funciones que cobran más relevancia en este siglo XXI:


  1. Desarrollar una capacidad empática que nos acerque a las vivencias que pueden tener nuestros hijos; y que ese registro nos sirva para acompañarlos mejor, reconociendo lo que necesitan en el tiempo indicado.

  2. Observar las conductas de nuestros hijos para anticiparnos en caso de dificultades. Por ejemplo: observar qué uso hacen de las redes sociales, cómo se vinculan entre sus pares, etc.

  3. Conversar con nuestros hijos. Ofrecer calidad más que tiempo de conversación. Brindar respuestas simples e información precisa que puedan entender. Responder “no sé” en los casos que no tengamos la respuesta en el momento.

  4. Ofrecer una escucha activa. Escuchar con atención y reconociendo la importancia del tema que estamos tratando.

  5. Respetar sus derechos (educación y salud). Respetar su privacidad, su identidad aceptando sus preferencias e intereses, sin prejuicios.

  6. Ser afectuosos en cada encuentro, dándole importancia a los saludos fraternales. Desde la demostración de afecto fortalecer la autoestima de nuestros hijos y brindar la confianza necesaria en esta etapa.

  7. Tener paciencia en los momentos de crecimiento, de cambios. Están en tiempo de formación y de desarrollo.

  8. Generar medios y recursos para que nuestros hijos se vinculen con “otros pares”, más allá del espacio escolar.

  9. Conocer las amistades que tienen, sus familias, y los valores que practican.

  10. Ser coherente entre lo que decimos y hacemos, no dar dobles mensajes. Educar con el ejemplo.


Encuentro en el amor

Si cumplimos con la tarea, volverán a nosotros por amor, para compartir la vida y celebrar el encuentro. Los invitamos a ser padres, líderes como constructores de puentes.
bottom of page